martes, septiembre 11, 2007

Arderé en los infiernos de Dante,
Pasearé por cada uno de ellos,
Miles y miles de purgatorios
…sufriré —posiblemente—lo imposible
Sólo y sólo si destrozo tu amor.
Si con un soplo derrumbo la muralla de tu alma
Acepto y sufriré mi condena
Si es que soy culpable
Compruébame que soy culpable,
Grítame a la cara mi falta,
Desgárrame la piel e inyéctame esa fétida verdad tuya.
Pero mientras no me muestres eso,
No digas que no te amé
No divulgues que no te lloré,
No asegures que te desconozco,
No le mientas a tus mentiras.

Tú no sabes si yo sufro,
Ni te imaginas cuánto odio no poder dejar de amarte
No poder dejarte allí,
Arrumbada, en la esquina tal y como me dejaste.
Y me aborrezco mucho más,
Porque ahora escribiendo, mi cabeza,
Mi corazón, alma, ser, cuerpo, poro,
Espacio, no pueda hacer más, sino amarte.

Libera en mi ese diablo que no veo,
Y tú aseguras que soy yo.
Pero por piedad hazlo rápido,
Córtame de tajo la cabeza
Y acaba de una vez conmigo.

Mándame allá, a aquellos infiernos de Dante,
Y viviré ese martirio gozosamente
Esperando… esperando… tu fatal compañía.

No hay comentarios.: