viernes, octubre 19, 2007

the end it's getting closer
in every step I take
the light it's not so bright
seems that am lonely
and that happened when I let my mind
flying around
anywhere... somewhere

but then I find
myself into your eyes
I see you wearing
a beutiful smile
and that's enought
just enought


to born into your skin in my lips
in my heart
in my not so lonely toughts

jueves, octubre 11, 2007

El encierro es frío, húmedo, las gotas que caían, taladran los sentidos, no has escuchado nada en meses, días, horas, la verdad no tengo idea de cuanto tiempo ha pasado, solo recuerdo que el sol fue lo último que vi.
Aquí está obscuro, lo que para unos es temible, para mi creo que se ha vuelto forma de vivir, un topo, posiblemente, ese sería mi mejor amigo…
He desarrollado algunas aptitudes, no puedo ver a través de la obscuridad, pero si puedo sentir que escucho, que oigo voces, ruidos, un silencio profundo, es señal de algo, qué, todavía no lo descifro, pero creo averiguarlo pronto.
Algo de mi se cae, a veces pareciera que desaparece, no lo había pensado de tal forma, nunca me paso por la cabeza hacerlo, hasta hoy, que con cada gota que llega al piso donde estoy, es como desprenderme de mi mismo, viajo, desaparezco, caigo, a veces a un vacío peor de la soledad en la cual determino mi vida, porque quiero pensar que a pesar de estar atado de manos, pies, ojos, sueño y mi voz se han vuelto dos compañeras que permiten sobrevolar por cada una de mis palabras, resecas a pesar de lo fresco del piso.
Un lodazal, una casa que sólo algún puerco de la época de mis abuelos, sobreviviría como yo lo puedo hacer, porque aunque los científicos no lo han comprobado o ni siquiera han deseado investigarlo, los puercos también sueñan y escuchan…
Al paso de los días, al paso de las gotas, las he contado llevo más de 8 millones 997 gotas que han caído en mi piso de lodo, sin embargo no es un lodazal, porque me he bebido más de 7 millones 301 gotas y sigo contando…, aunque posiblemente no me quede mucho.
Pero, que diablos, la espera ha sido deliciosa, entre suspiros y sueños por ver algún día el sol, ya ni siquiera por sentirte cerca, porque parte del agua que no he bebido me ha servido para moldear tu rostro, para no olvidarte, para pensar que no soy ese cerdo de la época de los abuelos, aunque siga encerrado por siempre o pronto, en esta lúgubre tumba, donde el gusano de al lado, por estar ciego o igual de necesitado que yo, no se ha atrevido a comer mi carne ni yo la suya, simplemente nos hacemos compañía…

viernes, octubre 05, 2007

Ana


Cuando recién la conocí, me encantó, su sonrisa, fue lo primero que llamó mi atención, los ojos, llenos de luz, con un dejo de soledad y una chispa de inocencia que cubría a través de comentarios con humor ácido, de esos destinados a pocas mentes, a pocas almas, a pocos, muy pocos realmente…


Así era cuando la conocí, cuando juntos disfrutamos de una charla de amigos, incluso sin serlo entonces, cuando nos dijimos cosas, esas que sólo se las puedes decir a quienes tengan un aura de compatibilidad con alguna parte de ti, ¿qué sea?, sólo el tiempo lo diría.


Ana, me dijo…


Busqué pretextos, me gusta pensar que ambos lo hicimos, era necesario verla de nuevo, sentirla cerca, platicar con ella, descubrirla más, conocerla, escribir sobre ella, soñarla, oler su cabello, sentir su piel y vibrar con su aroma, era urgente, inaplazable.


Y fue así, con una cena, luego dos, luego el cine, las charlas, los sueños, las horas de un intercambio no sólo de miradas, también de sueños, esperanzas, historias, humores, sonrisas… que terminaban porque había que llegar a casa.


Desde el carro, la despedida, el saludo temeroso, cuasi-puberto, al mamá y al papá, ¿Quién es?, Un amigo…


Hasta que una noche, se dieron los abrazos, la búsqueda de un nirvana para estar mejor, de un lugar para nosotros, del tú y yo, los dos, solos, nadie más…
Un beso…, así fue.


Las caminatas, las comidas, cenas, cine, risas, el tomarla de la mano, sentirla cerca, brillar, me hace reír, mucho, es fascinante, una inteligencia adorable y envidiable, un alma enorme, que en su sonrisa aparece, deberían ver lo mismo que yo.


Dios mío, la descubro y me sigue gustando, me enamoro y temo perderla, tengo miedo a meter la pata, no se como reaccionar.


Cuando platicamos, es todo, es así, hermosa, incluso cuando esta molesta, y no te dice, pero sus reacciones y gestos son suficientes, no necesita.


No es ni bruja, ni tiene el cabello feo, es hermosa y me trae loco, la sueño, la amo, la adoro, despierta a mi lado, incluso sin estarlo, la pienso tanto que no se si le deje un segundo para trabajar.


Algún día, espero, sentarme a su lado y ver la historia, platicar como aquella tarde, cuando descubrí sus ojos, su sonrisa y que me enamoraría de su piel, su aroma, sus gestos, ojos, risa, cabello, voz y de esa inocencia que esconde a través del humor, que la identifica y que la hace ser más especial para mí, porque ¿saben?, hoy me siento feliz.


Ana, me dijo… y fue suficiente para mí.